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¿Cuándo y por qué cambiar el contador de agua?
El contador de agua es un elemento clave en cualquier instalación doméstica o comunitaria, ya que permite medir con precisión el consumo y controlar la factura. Con el paso del tiempo, es normal que surja la necesidad de cambiar el contador de agua, ya sea por avería, obsolescencia, normativa o mejora tecnológica.
Uno de los principales motivos para realizar el cambio es tener un contador de agua antiguo, que puede no ofrecer lecturas precisas o carecer de sistemas de telelectura. Esto no solo afecta al control del consumo, sino también a la eficiencia y al reparto justo en comunidades de vecinos.
También es común sustituir el contador cuando se instala un nuevo contador de agua caliente en viviendas con calefacción central, para individualizar el gasto. Esto permite pagar solo por el agua que realmente se consume, fomentando un uso más responsable.
Durante la renovación o instalación, es importante revisar el estado de la puerta del contador de agua, ya que debe garantizar un acceso fácil y seguro para lectura o mantenimiento. Existen modelos metálicos, de PVC o con cerradura para evitar manipulaciones.
Cambiar el contador también puede ser una exigencia de la compañía suministradora o del administrador de fincas, especialmente si el modelo anterior no cumple la normativa vigente o si han pasado más de 12 años desde su instalación, que es el periodo habitual de revisión o sustitución.
En resumen, cambiar el contador de agua es una actuación sencilla que aporta ventajas como:
- Medición precisa del consumo real
- Adaptación a sistemas de lectura remota
- Mejora en la eficiencia energética y económica
- Cumplimiento normativo y técnico
Si tienes un contador de agua antiguo, problemas de acceso por una puerta deteriorada, o necesitas instalar un nuevo contador de agua caliente, lo mejor es consultar con un instalador autorizado para garantizar una intervención segura y conforme a la normativa.
