Aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir la válvula de bola perfecta para tu proyecto

Las válvulas de bola son uno de los sistemas más extendidos en trabajos de fontanería y climatización, con decenas de variantes distintas en su fabricación, construcción, diseño y aplicación.

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Principales beneficios de las válvulas de bola

Las válvulas de bola son quizás el sistema más extendido para controlar el corte, distribución y dirección del flujo de una tubería. Además, mediante la incorporación de una abertura en forma de V también pueden ajustar el flujo.

Es una solución de estructura simple y buen rendimiento de sellado, lo que la hace ideal para medios de trabajo generales como agua, disolventes, ácidos y gas natural, pero también para medios con condiciones de trabajo severas, como oxígeno, peróxido de hidrógeno, metano y etileno.

Todo ello gracias a los siguientes beneficios:

  • Baja resistencia al flujo, casi nula.
  • Diseño simple, reducido tamaño y peso.
  • Sello hermético confiable. Pudiendo lograr un sellado completo, con cero fugas e, incluso, pueden ser utilizadas en sistemas de vacío.
  • Rápido y sencillo sistema de cierre y apertura.
  • Fácil mantenimiento y configuración simple.
  • La superficie de sellado no se contamina ni erosiona fácilmente.
  • Gran variedad de aplicaciones, desde en diámetros pequeños, e, incluso, unos pocos milímetros, hasta diámetros grandes de unos pocos metros. También tanto en alto vacío como en alta presión.

Amplio rango de aplicaciones de las válvulas de bola

Como suele ocurrir con todos aquellos sistemas de gran simpleza y alta funcionalidad, su uso está extendido hasta una aplicación universal en todos aquellos escenarios en los que se requiere de una solución de sus características.

Así, las válvulas de bola son ideales para su implementación en:

  • Tuberías de petróleo y gas natural, o cualquier tubería que necesite ser limpiada y enterrada bajo tierra.
  • Sistemas de tuberías y dispositivos de medios de baja temperatura.
  • Sistema de tuberías de medios corrosivos como ácidos y álcalis en el sistema químico.

Cómo elegir qué válvula de bola es la que mejor se adapta a mis necesidades

Sin embargo, como pasa con cualquier tipo de solución casi universal, con el paso de los años se han ido haciendo modificaciones en su diseño y construcción de manera que este respondiera de una manera personalizada a las necesidades específicas del proyecto en el que se necesitaba su implementación.

De la misma manera que tenemos centenares de cerrojos o candados distintos, por citar solo un ejemplo, hay un igual número de tipos de válvulas de bola específicamente creados y desarrollados para llevar a cabo un trabajo perfecto en esa situación.

A continuación, hacemos un repaso a las diferentes tipologías y materiales, mostrando en qué puntos ha de fijarse el profesional de la fontanería y la climatización en aras de elegir el mejor producto para su proyecto.

  1. Material de construcción del cuerpo y la bola

    En lo que a válvulas de bola se refiere, el latón es el rey en cuanto a su construcción. Y es que son multitud las variantes de este metal que se emplean tanto en el cuerpo como en la bola, siendo la más adecuada su CW617N.

    Gracias a esta composición, preestablecida por la norma UNE-EN 12165, cuyo ámbito de aplicación engloba a toda la Unión Europea, el profesional tiene garantizada la instalación de un material sin alto índice de impurezas. Mediante el uso adecuado de cobre y zinc, se consigue una mayor plasticidad del metal; lo que evita la aparición de grietas y microgrietas debido a aprietes elevados durante la instalación.

    La mayoría de los fabricantes marcarán en el cuerpo de la válvula “CW617N” para indicar que la pieza está fabricada con esta aleación.

  2. Mando de accionamiento manual

    Si la bola es el corazón del sistema, el mando de accionamiento es su cerebro. Ambos son tan indispensables como necesarios, por lo que la atención que se ha de prestar a cada uno de ellos a la hora de elegir una válvula de bola ha de ser igual de minuciosa.

    Dentro del mercado actual, hay dos metodologías claramente dominantes: los mandos palanca y los mandos mariposa.

    Mientras que los segundos son ideales para su uso en espacios reducidos gracias a su corta longitud, los primeros son más recomendables para aplicaciones generales dado que el disponer de una longitud mayor en el mando garantiza una mayor resistencia mecánica. Sobre todo con el paso del tiempo.

    Así, tanto para aplicaciones que requieran de una mayor resistencia, como para aquellas más generales en las que no haya problemas de espacio, lo recomendable siempre es adquirir válvulas de bola con mandos palanca fabricados en mando de acero. El acero es mucho más resistente a los esfuerzos mecánicos y los agentes climáticos y, aunque los mandos fabricados en acero inoxidable son más caros, son perfectos para aquellos proyectos en ambientes donde exista posibilidad de oxidación.

    En lo referente a los materiales, comentar que también hay mandos construidos en distintas aleaciones de aluminio, aunque su baja resistencia a la corrosión hace que su uso no esté muy extendido.

    Valvula de bola
  3. Unión del mando con el eje de la válvula

    Por lo general, el profesional se va a encontrar, de nuevo, con dos opciones distintas: uso de un tornillo o bien una tuerca. En este caso, sin embargo, hay menos motivos para justificar el uso del tornillo sobre la tuerca, siendo esta mucho más efectiva por su mayor superficie de apoyo, lo que no debilita la sección del eje y permite un montaje y desmontaje más sencillo, soportando reaprietes, aunque sean excesivos.

  4. Eje de accionamiento

    El eje tiene la función de unir la bola con el mando, es un elemento muy importante, sobre todo a largo plazo. Una falta de maniobra de la válvula puede producir al cabo del tiempo una maniobra dura, por esta razón es recomendable escoger válvulas con secciones de eje lo más grandes posibles, ya que resistirán mayores esfuerzos de torsión durante la maniobra.

  5. Sistema de estanqueidad del eje

    Las válvulas de bola disponen de un sistema de estanqueidad en la zona de eje para evitar fugas a través de éste. Existen mayoritariamente dos sistemas, el uso de juntas tóricas o bien el uso de prensa con tuerca prensa.

    Las juntas tóricas se fabrican en goma de diferentes materiales NBR, EPDM o FKM dependiendo de la temperatura a la que queramos que funcione la válvula. Este tipo de gomas pueden no ser compatibles con todo tipo de fluidos y si superan su temperatura de funcionamiento, en ambos casos se podrían producir degradación en ellas y fugas, siendo en tal caso imposibles de reparar.

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En el caso de la prensa, está fabricada en teflón, un material inerte que no reacciona con otras sustancias; si bien es cierto que la temperatura puede afectar a la prensa y pueden aparecer fugas, el sistema permite un reapriete en caso de fuga, y por tanto su reparación es sencilla.

Por esta razón, es aconsejable seleccionar una válvula de bola con sistema de prensa, también llamada prensa estopa.

Como resumen es aconsejable seleccionar una válvula de bola fabricada en latón CW617N, con un mando palanca fabricado en acero, con un eje robusto, asegurarse que la unión entre eje y mando sea mediante una tuerca y que disponga de un sistema de tuerca prensa, también llamado prensa estopa.

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